7 tips para hacer frente cuando tu bebé tiene ansiedad por separación

El llanto constante cuando te alejas de tu bebé por un segundo, puede ser una señal de que está pasando por la “ansiedad de separación”. Este es un hito muy normal en el desarrollo de tu pequeño y, afortunadamente, es temporal. En la mayoría de los casos aparece alrededor de los 6 meses, justo cuando comienza a entender que los objetos y las personas existen, aún cuando no los puede ver. 

¿Qué es la ansiedad por separación? 

Es un hito del desarrollo que, por lo general, ocurre por primera vez entre los seis y ocho meses de edad. A esta edad, tu bebé adquiere la sensación de permanencia del objeto. Esto significa que tu pequeño se vuelve consciente de que los objetos y las personas existen, incluso si no están en la habitación o cerca de él. 

La ansiedad por separación es resultado directo de esta importante nueva habilidad. Entonces, cuando te alejas de tu bebé, el hecho de no saber cuánto tiempo estarás fuera es lo que afecta la sensación de seguridad y lo hace sentir vulnerable. 

¿Cuándo es más común y cuánto dura la ansiedad por separación? 

Este hito suele durar entre dos y tres semanas. Es muy normal que aparezca entre los seis meses y cuatros años. Dependiendo de cada niño, puede tener altos y bajos durante este periodo de vida. 

Generalmente, la ansiedad por separación disminuye o se acaba una vez que tu bebé domina su nueva habilidad. 

¿Cuáles son las señales de la ansiedad por separación?

• Mayor necesidad de apego. 
• Llanto cuando sales de una habitación. 
• Resistencia al ser acostado.
• Aumento de despertares nocturnos.
• Ansiedad ante los extraños o incluso gente de la familia. Por ejemplo cuando la abuela lo toma en brazos y llora. 

¿Qué se puede hacer frente a la ansiedad por separación? 

1. Juega a las escondidas: 

Este clásico juego puede hacer maravillas con la ansiedad por separación, al igual que esconder algún juguete para luego encontrarlo. Este tipo de actividad ayuda a tu bebé a entender de que las cosas que desaparecen, regresan. 

2. No salgas sin despedirte: 

No es bueno irse sin que tu bebé se dé cuenta. Esto puede ser muy confuso para él y lo hace sentir más vulnerable. 

3. Crea un ritual de despedida: 

Hablar con tu bebé sobre lo que está sucediendo puede ser muy útil, especialmente para los niños más grandes. Puedes crear una rutina simple y clara para ayudar a tu pequeño a entender que aunque debas salir, vas a volver. Por ejemplo: 

• “Me vas a dar tres abrazos cuando me ponga el abrigo y eso significa chao mamá” Y cuando salgas, puedes decir: “Recuerda que la mamá siempre vuelve” o “papá siempre vuelve”

4. Dedícale más tiempo a tu bebé: 

Tu pequeño estará más demandante durante este periodo. Asegúrate de darle prioridad mientras puedas y pasar más tiempo de calidad juntos. 

5. Turnarse en la rutina de dormir: 

Cuando el padre que normalmente hace la rutina de dormir se salta una o dos noches, es probable que tu bebé note su ausencia y responda con lágrimas si está pasando por la ansiedad por separación. 

Si es posible, puedes alternar con tu pareja o la persona que lo cuida cuando sea hora de dormir. También puedes hacer que los dos participen de la rutina de dormir.  De esta forma, si un día uno de los dos no está, no será tan difícil para tu bebé. 

6. Prepárate con anticipación: 

Si estás cambiando a tu bebé a su propia habitación o justo hay un cambio de casa o dentro de su rutina, como entrar al jardín infantil por ejemplo, puede ser útil prepararse con anticipación, así, no habrá sorpresas cuando llegue el momento de la transición. 

7. Mantén la calma:

Por último, pero no menos importante, trata de mantener la calma. Recuerda que los bebés sienten muy fácilmente lo que nos está pasando y pueden leer nuestros rostros y emociones. 

Aunque la ansiedad por separación es una señal de que tu bebé está creciendo y es muy normal. Puede causar estrés en algunos padres. Por lo que reconocer sus señales y saber qué hacer para sobrellevar esta etapa puede ser de gran ayuda. Recuerda que es un hito del desarrollo y, por lo tanto, es algo positivo y temporal.