En este artículo te contamos qué tienen de cierto (o no) algunas de las creencias más populares en torno al sueño infantil.
Mito: “Si está más cansado(a) dormirá mucho mejor”.
A diferencia de los adultos, los bebés y niños pequeños se vuelven hiperactivos cuando están demasiado cansados y, por ende, tienen muchas dificultades para un buen dormir. Cuanto más agotado, más difícil le será conciliar el sueño, y experimentará más despertares nocturnos y siestas cortas.
Verdad: “Una rutina de sueño es clave para el buen dormir”.
Al crear una rutina de sueño consistente, le das a tu bebé seguridad y tranquilidad, ya que será capaz de predecir lo que viene. ¡No te compliques demasiado! Establecer esta rutina no tiene que ser nada elaborado o complejo. Lo más importante es hacer siempre lo mismo, en el mismo orden y en el mismo lugar.
Mito: “Acostar temprano por la noche significa levantarse muy temprano por la mañana”.
Si tu peque tuvo un día con siestas muy cortas o, por algún motivo no tuvo suficientes horas de sueño diurno, acostarlo más temprano es la solución ideal para que se ‘ponga al día’ con la deuda de sueño. Y no es sinónimo de que madrugará, al contrario, es sinónimo de un descanso de calidad.
Verdad: “El ruido blanco es similar al ruido que el bebé escuchaba en el útero y por eso le ayuda a dormir mejor”.
El ruido blanco es la asociación de sueño positiva más efectiva, más fácil de implementar y económica para tu peque. Cuando tu bebé estaba dentro del útero, escuchaba un ruido fuerte y permanente, muy similar al ruido blanco. Por eso le ayuda a calmarse y, sobre todo, a permanecer en un sueño profundo y reparador por más tiempo.
Mito: “Mi bebé no necesita dormir tanto como otros bebés”.
Si bien algunos bebés duermen naturalmente “más y mejor” que otros, eso no significa que tu peque necesite dormir menos horas que lo recomendado para su edad, tanto en la noche como en sus siestas. Es nuestra responsabilidad como mamás y papás, darles el descanso que necesitan en cada etapa.
Verdad: “Un recién nacido no debería dormir toda la noche de corrido”
Los recién nacidos necesitan alimentarse con frecuencia, por lo que creer que lo mejor es que ‘pasen de largo’ durmiendo toda la noche es incorrecto. Además, es completamente normal que durante los primeros meses tu bebé tenga un sueño diurno impredecible y un sueño nocturno irregular, ya que su reloj interno aún no está desarrollado.
Mito: “A los bebés hay que acostumbrarlos a dormir con luz y ruido”.
Si los adultos dormimos con la luz apagada y en silencio, ¿por qué debería ser diferente para un bebé? El mejor ambiente de sueño para nuestros(as) hijos(as), y que permitirá un descanso de calidad, será en oscuridad, tranquilo, con una temperatura adecuada y sin estímulos.