Además de lo obvio, lo rico que es sentir a tu bebé junto a ti, las siestas piel con piel (también conocidas como ‘de contacto’) tiene increíbles beneficios físicos y emocionales para la mamá y ese recién nacido. Y en este post profundizamos en algunas de las razones más poderosas para aprovecharlas al máximo.
Eso sí, entendemos que esas horas inmóvil junto a tu bebé pueden ser muy cansadoras, así que cuando quieras reemplazar esas siestas de contacto por la cuna, debes saber que está bien. Como repetimos siempre en Mamás Mateas, lo mejor para ti y tu bebé, será lo que les haga sentido y funcione a ustedes.
¡Y ojo! Aunque este artículo está enfocado en las siestas madre e hijo(a), recuerda que estos beneficios son igualmente positivos en el caso de que quien de las siestas sea el padre.
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El poder del primer contacto piel con piel
Siempre que la salud de la madre y del bebé lo permita, la OMS recomienda el contacto inmediato piel con piel luego de dar a luz, ya sea parto normal o cesárea. Algunos de sus beneficios son que ayuda a regular el ritmo cardiaco y respiración del bebé, su temperatura corporal y evita la hipotermia. Además, ese momento permite que el bebé busque el pecho de su mamá y que se alimente de las primeras gotitas de calostro, lo que a su vez genera una ‘explosión’ de oxitocinas para la mamá que ayudan a su recuperación post parto.
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Seguridad y calma
Los latidos de tu corazón, tu olor, la comodidad de tu cuerpo, las vibraciones de tu voz… todos esos elementos se conjugan para darle seguridad y calma a tu bebé cuando duerme en contacto contigo. Durante 9 meses fuiste todo lo que conoció, y ahora en el desconocido mundo extrauterino, tu piel se sentirá como el lugar más seguro.
“Cuando los toman en brazos, los bebés tienden a acurrucarse en el cuello de esa persona y amoldarse a su cuerpo. Esta posición es tranquilizadora para el bebé y también le permite conocer a sus cuidadores, y asociar las diversas percepciones del tacto, la voz, la vista y el olfato con la persona que los sostiene” (To have and to hold: Effects of physical contact on infants and their caregivers, Ann E. Bigelow * Lela Rankin Williams).
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Potencia el apego seguro
Este contacto tan íntimo entre el bebé y su mamá potencia el vínculo afectivo y el apego seguro entre ambos. Después de los meses de gestación, ahora es momento de conectar desde una nueva dimensión. Además, se ha demostrado que el contacto piel con piel ayuda a calmar al bebé y la ansiedad de las mamás.
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Regula la temperatura corporal del bebé
Los recién nacidos aún no son capaces de regular efectivamente su temperatura corporal, por lo que pueden enfriarse o acalorarse muy fácilmente. En ese sentido, sostener a tu bebé mientras duerme le ayuda a regular su temperatura, lo que puede llevar a un sueño más reparador y prolongado.
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Siestas más largas
Los patrones de sueño en recién nacidos son aún muy inmaduros, así que es normal que no sigan un orden. Pero si te está costando que sus siestas sean duraderas o lo notas sobrecansado, el contacto piel con piel es una buena herramienta que te puede ayudar a alargar esas siestas cortas.
Para profundizar más en el mundo del sueño infantil, te recomendamos nuestro Curso online de sueño en recién nacidos, donde encontrarás todo lo que necesitas saber sobre el sueño de tu bebé de 0 a 4 meses.
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Beneficios para la mamá y/o sus cuidadores
Pero no solo el bebé suma beneficios con estas siestas de contacto, sino que la madre (padre o cuidador) también. La primera razón son las benditas oxitocinas (conocidas como las hormonas del amor), que ayudan a la recuperación post-parto y reducen el estrés; y luego está el hecho de que este contacto físico facilita el ‘leer’ y comprender las señales que nos da este recién nacido.
“El contacto físico con los bebés también afecta a los cuidadores. Fisiológicamente, el contacto físico con los bebés, en particular el contacto frontal, estimula la liberación de oxitocina, que se asocia con conductas de crianza y estados de ánimo positivos (Uvnäs-Moberg, 2003; Uvnäs-Moberg, Handlin y Petersson, 2015). Desde el punto de vista del comportamiento, cuando están en contacto físico cercano con los bebés, los cuidadores aprenden más fácilmente a reconocer las señales de los bebés: cuando están dormidos, cuando están despiertos, cuando tienen hambre. Tal conciencia mejora la capacidad de respuesta de los cuidadores hacia los bebés”, (To have and to hold: Effects of physical contact on infants and their caregivers, Ann E. Bigelow * Lela Rankin Williams).
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Encuentra un equilibrio
A pesar de sus beneficios y lo bien que se sienten, sabemos que las siestas de contacto pueden ser muy cansadoras para la madre, ya que la dejan ‘inmóvil’ por muchas horas. Así que si en cualquier momento quieres dejar las siestas piel con piel, por la razón que sea, debes saber que ESTÁ BIEN.