¿Mi bebé tiene pesadillas o está experimentando terrores nocturnos?

¿Mi bebé tiene pesadillas o está experimentando terrores nocturnos?

Guía para diferenciar los terrores nocturnos de las pesadillas 

Si bien las pesadillas no son recurrentes, la mayoría de los bebés y niños, así como los adultos, pueden experimentarlas. Una pesadilla no es más que un mal sueño que causa miedo y suele provocar despertares en medio de la noche. A diferencia de este tipo de sueño, los terrores nocturnos pueden manifestarse entre los 3 y 6 años y desaparecen de manera espontánea a medida que los pequeños crecen. Es importante aprender a diferenciar las pesadillas de los terrores nocturnos para, así, ayudar a tu bebé a sobreponerse de cualquiera de estos episodios. 

Las pesadillas: características y cómo ayudar

Ocurren durante la fase REM del sueño 

Los sueños y pesadillas aparecen varias horas después de acostarse o en las primeras horas de la mañana durante la fase REM (Rapid Eye Movements) del sueño. Es decir cuando hay una alta actividad cerebral mientras se duerme, pero el cuerpo se encuentra en reposo. Esta fase se produce entre tres y cuatro veces durante el ciclo de sueño. 

Durante esta fase, el cerebro está muy activo absorbiendo la nueva información aprendida y fortaleciendo la memoria. Dado que las imágenes del sueño o pesadilla son tan vívidas, es probable que tu pequeño no pueda distinguir qué es lo real y qué no lo es.

Provocan despertares nocturnos

Tras un mal sueño o pesadilla, es muy normal que tu bebé despierte en medio de la noche al sentir miedo o angustia y se muestre reacio a volver a dormir hasta que no se sienta bien seguro. Para tranquilizarlo entrégale contención y explícale que no es más que un mal sueño.

A diferencia de los terrores nocturnos, las pesadillas suelen despertar a los niños y es de esperar que tu pequeño recuerde vívidamente su mal sueño

¿Cómo evitar o disminuir las pesadillas?

La frecuencia de las pesadillas pueden aumentar con el sentimiento de estrés, falta de horas de sueño, sobrecansancio y cambios repentinos del lugar en donde tu pequeño suele dormir. 

Evita acostar a tu bebé demasiado tarde o cuando notes que está sobrecansado. Para esto adelante su hora de dormir unos 15 minutos y comprueba si hay algún cambio. 

No olvides que una rutina de dormir constante ayudará a tu pequeño no sólo a conciliar el sueño con mayor facilidad, sino también a dormir mejor. 

Las terrores nocturnos: características y cómo ayudar

Se manifiestan durante la fase NREM del sueño 

A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos son episodios temporales del sueño infantil y ocurren en la fase NREM (No Rapid Eye Movements) en el primer tercio de la noche durante la etapa de sueño profundo. 

Aparecen entre los 2,5 y 6 años

Usualmente, los terrores nocturnos aparecen entre los 2,5 y 6 años de edad y se resuelven espontáneamente al acercarse a la adolescencia. Si bien algunos pequeños experimentan estos episodios con más frecuencia que otros durante la infancia, no todos los niños los padecen. 

No provocan despertares nocturnos 

Todo lo contrario que con los sueños, buenos o malos, los pequeños que tienen terrores nocturnos no se despiertan mientras ocurre el episodio y tampoco suelen recordarlo. 

Sin embargo, un terror nocturno puede provocar movimientos físicos inconscientes, tales como caminar dormido, sentarse en la cama, abrir los ojos o gritar. Es por eso que mantener una habitación segura es muy importante si tu pequeño padece este tipo de episodio. 

¿Cómo ayudar a tu pequeño ante un terror nocturno? 

Antes que nada, asegúrate de que el dormitorio de tu pequeño esté libre de peligros, para que en caso de que se pare de la cama y comience a caminar no se tropiece o pegue con nada. 

Una vez que el episodio haya terminado, despiértalo lenta y suavemente para que no se asuste. Puedes encender una luz tenue por si la oscuridad le da miedo. Muchas veces, un terror nocturno puede volver a ocurrir en la misma noche si no se despiertan de su ciclo de sueño. 

Aunque se desconoce la causa de los terrores nocturnos, no suelen ser señales de ningún trastorno físico o mental. Sin embargo, si aún tienes inquietudes y dudas, consulta con tu pediatra. 

Si tienes problemas o preguntas sobre la rutina de sueño de tu bebé, puedes escribirnos para aclarar dudas y guiarte. 

 

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