¿Cómo ayudar a mi bebé a superar una crisis del sueño?
Las regresiones de sueño siempre vienen acompañadas de un gran aprendizaje, según la etapa de vida en que se encuentra tu bebé. A los 18 meses, tu pequeño no sólo está aprendiendo nuevas habilidades, como por ejemplo correr, escalar, imitar y nombrar diferentes objetos y personas, sino que también está manifestando un mayor deseo de independencia y una mejor comprensión de causa y efecto. Entonces, al desarrollar esta capacidad para tomar decisiones, tu bebé podría “decidir” que no quiere dormir y desatar una crisis del sueño.
5 tips para hacer frente a la regresión de sueño de los 18 meses
En esta etapa, tu bebé experimenta grandes cambios que pueden afectar su sueño, siendo las señales más claras los despertares nocturnos, la resistencia a la hora de ir a dormir y siestas muy cortas.
1. No abandones la siesta
Ten en cuenta que a los 18 meses, tu pequeño aún necesita sueño diurno. Si tu bebé se niega o se resiste a dormir su siesta o sólo logra una siesta corta, continúa insistiendo. Mientras tanto, puedes adelantar la hora de acostarlo por las noches para que no esté sobrecansado y no le sea más difícil conciliar el sueño.
Recuerda que las crisis del sueño suelen durar un tiempo determinado, generalmente, entre dos y seis semanas, por lo que ser constante es clave para superar esta etapa.
2. Fomenta las actividades antes de acostar a tu bebé
La mayoría de los niños y niñas de 18 meses necesitan entre cuatro y cinco horas despiertos antes de ir a dormir por la noche. Si es necesario, despiértalo de su siesta para lograr acostar a tu pequeño entre 7:30 pm y 8:30 pm, pero no más tarde que eso.
Si notas que la regresión del sueño viene acompañada de nuevas habilidades, tales como caminar y hablar, lo mejor que puedes hacer es practicar con tu bebé mientras está despierto, así, no tendrá ganas hacerlo cuando es hora de dormir.
3. Intenta entender cómo piensa tu bebé y comunícate con él
A esta edad, tu pequeño entiende mucho más de lo que te imaginas. Verbaliza lo que está ocurriendo, por ejemplo puedes decir: “Sé que quieres jugar y no quieres ir a dormir, pero tu cuerpo necesita descansar. La mamá también va a dormir. Cuando despiertes, acá estaré para seguir jugando. Te amo.”
4. Mantén su rutina constante
Sigue insistiendo en su rutina de sueño. No integres nuevos hábitos que luego no podrás o no querrás mantener. Ser constante durante una regresión puede ser difícil, pero la inconsistencia combinada con una nueva comprensión de causa y efecto puede crear una lucha a largo plazo a la hora de dormir.
La constancia durante el día ayudará a tu bebé a comprender lo que viene. La estructura y la rutina da muy buenos resultados en el sueño de los pequeños.
5. Celebra los logros de tu bebé
Cada vez que se despierte, ya sea de su siesta o por las mañanas, felicítalo, abrázalo y sé muy entusiasta frente a su logro.
Ten presente que las crisis del sueño son pasajeras y conllevan avances importantes en el desarrollo de tu pequeño. Una de las principales razones que explica la regresión del sueño de los 18 meses es que tu bebé está desarrollando su independencia.
Es, justamente a esta edad, cuando los niños se dan cuenta de que tienen un cierto control y que sus acciones afectan a los demás. De modo que comienzan a pensar algo como: “Espera, puedo elegir lo que hago. Tal vez no quiero dormir”. Así que ¡paciencia y mucho ánimo!