¿Qué esperar de la transición de 1 a 0 siesta?
La mayoría de los niños está preparado para dejar la siesta entres los 3 y 5 años y, al igual que con las otras transiciones, no querrás apresurarte con ésta. Para lograr con éxito este importante cambio en la rutina de tu pequeño, deberás estar atenta a las señales que te da y no confundirlas con las regresiones de sueño o una fase de resistencia que se puede mejorar.
Las principales señales para reconocer que tu hijo o hija ya no necesita dormir siesta
El rango de edad
- Tu pequeño tiene entre 3 y 5 años.
No logra dormir durante el día
- Notas que no está durmiendo su siesta durante una o dos semanas seguidas.
Le cuesta quedarse dormido por las noches
- Si aún duerme siesta y la hora de acostarse se vuelve un verdadero desastre, seguramente es porque no está lo suficientemente cansado para dormir.
Si estás experimentando dificultades con el sueño diurno de tu hijo o hija no desistas de la siesta tan pronto te enfrentes a un problema, tales como la regresión de sueño de los 18 meses o de los 24 meses.
Entre esas edades los niños aún necesitan ese descanso diario. Si tienes un pequeño que bordea los 2 años, podrías notar una cierta resistencia a dormir siesta. Lo que se puede superar, en la mayoría de los casos, ajustando sus ventanas de sueño y creando un ambiente idóneo.
Recuerda que cada niño tiene distintas necesidades. Si tu pequeño es menor de 3 años y no experimentó ninguna dificultad para eliminar su siesta, no hay nada que cambiar.
Consejos para decirle adiós a las siestas
Entrégale un descanso activo
Si tu pequeño ya está listo para eliminar la siesta o ya la dejó, ten presente que es muy importante seguir entregando un tiempo de descanso a la misma hora en la que solía ser su siesta. Esto es lo que llamamos un “descanso activo”.
Recrea el mismo ambiente que en su rutina de siesta: mantén las luces más bajas, utiliza la máquina de ruido blanco o música de cuna y deja que juegue en su habitación con juegos tranquilos como puzzles, libros o algo que lo relaje.
Tiempo para juego libre
Los niños entre 3 y 5 años necesitan entre cinco y seis horas de juego libre que es diferente al descanso activo. Esto les ayuda a liberar energías durante el día, para que cuando llegue la noche, esté lo suficientemente cansado para conciliar el sueño con facilidad.
Ajusta la hora en que lo acuestas por las noches
Una vez que tu pequeño ya no duerma la siesta, preocúpate de acostarlo un poco más temprano, sobre todo durante las primeras semanas. Así se irá acostumbrando a su nueva rutina de sueño sin siesta.
Pon atención a que no esté sobrecansado llegada su hora de dormir, pero sí lo suficiente para que cuando debas acostarlo no se vuelva un desafío. Es justamente por eso que el descanso activo a mitad de día y el juego libre son tan importantes durante esta transición.
Sé flexible
Puede que tengas que hacer frente a horarios inconsistentes, en los que habrá días con siestas y otros sin. Guíate por las necesidades y señales que te da tu pequeño.
Si bien a los adultos nos gusta lo predecible, al eliminar la siesta debe haber cierta fluidez. Por lo que mientras más preparada estés mentalmente para lo desconocido y la flexibilidad de la vida, más fácil será esta etapa.
Un ejemplo de rutina sin siesta
Para ayudarte, observa la rutina de Domingo de 3 años y medio que ya no duerme siesta. Recuerda que se trata de una guía a modo de ejemplo, cada niño es distinto y es muy difícil lograr que siga el horario tal un reloj. Por eso es importante establecer rutinas flexibles y no horarios estrictos.
Si bien algunos pequeños no experimentan problemas al eliminar completamente la siesta de sus rutinas, hay otros que tardarán meses en lograr esta transición. Ten paciencia y no apresures el proceso. Puede que tu pequeño esté listo antes de los 3 años o después de los 5 para eliminar completamente su siesta.
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