¿Ibas como avión con la alimentación complementaria y de repente tu bebé empezó a rechazar todo? Calma, no estás sola. Esta conducta repentina es muy común en bebés menores de 1 año, y aunque para las mamás y papás es muy preocupante, lo cierto es que es una condición frecuente, transitoria y normal.
¿Cómo enfrentar este periodo? ¿Cuándo debemos preocuparnos? ¿A qué otras señales debemos estar atentas? Llevamos todas nuestras dudas donde el Dr. Luis Andrés Vives, gastroenterólogo pediátrico de Clínica Universidad de los Andes. Acá te explicamos todo sobre esta conducta en bebés menores de 1 año.
“El lactante menor de un año, que comenzó con la alimentación, y repentinamente rechaza la comida es algo relativamente común y lo vemos cada vez con más frecuencia. Si el bebé está creciendo bien, si peso y estatura son normales y el pediatra está tranquilo con su desarrollo, los padres no deben preocuparse, ya que generalmente es algo normal y transitorio”, explica el Dr. Luis Andrés Vives.
¿A qué se debe?
Cada bebé es diferente, y por lo tanto no existe una causa única. Algunos pediatras creen que puede relacionarse con la hipersensibilidad neurosensorial, que son bebés que tienen una sensibilidad mayor a todo tipo de cosas (ruidos, tacto, etc.) y también a los alimentos, entonces son más selectivos.
También puede ser por la salida de los dientes, por estar incubando un virus o tener un afta, entre otras posibilidades. Cada caso es distinto, y por eso es importante tener la confianza con el pediatra para preguntar todas las dudas.
No suspender la alimentación
Aunque el bebé rechace comida es clave no dejar de ofrecer los alimentos, aunque sea en menor cantidad. Hay que tener paciencia y no dejar de alimentarlo en determinados horarios, porque a los bebés les hace bien seguir rutinas.
Otro punto importante es no compararse tanto con casos cercanos, porque cada bebé es único, y esa expectativas provocan mucha ansiedad en los papás y una presión innecesaria en esos bebés.
En la variedad está el gusto
- Fíjate qué texturas le gustan a tu bebé, quizás prefiere algo más grueso o más líquido.
- Si te sientes cómoda, puedes pasarle ciertos alimentos que sean seguros, ya que hay bebés que no les basta con ver la comida, sino que quieren tocarla y jugar con ella.
- Puedes cambiar el orden de ofrecer los alimentos, o alternar algo dulce con algo salado.
- Es importante no sobre-hidratar a los bebés, porque si tiene el estómago lleno de líquido, es más probable que no quiera comer.
¿Cuándo consultar con el pediatra?
“Si el bebé tiene menos de dos años y no quiere comer, es conveniente consultar al pediatra, al menos telefónicamente. Si tiene más de dos años y no quiere comer, hay que esperar 2 o 3 días a ver si esto se revierte, porque después de los dos años, suelen ponerse mañosos para comer o hacen ciertos espacios en que no quieren comer tanto y el apetito baja”, advierte el especialista de Clínica Universidad de los Andes.