A 10 años desde que se publicó la Ley del Posnatal Parental, en Chile solo un 0,23% de los padres había utilizado este subsidio. Alonso Lucero fue uno de ellos. ¿Por qué tan pocos papas se toman el postnatal parental? ¿Hace una diferencia estar en la casa con el bebé durante esos primeros meses? ¿Cómo se asume el rol de cuidador principal, una tarea que hasta entonces es exclusivo de la madre? Alonso nos cuenta parte de su experiencia.
"Cuando nació nuestra hija Violeta no teníamos claro si me tomaría el posnatal parental, pero sí sabía de su existencia. Yo trabajo en RR.HH., entonces entendía el tema y sabía que había algunas semanas que la madre podía traspasar al padre. Pero una cosa es saberlo y otra es hacerlo. Cuando tomamos la decisión, nos tocó empezar a Googlear, preguntar, llamar, lamentablemente hay mucha desinformación e información cruzada entre la SUSESO, Isapres, etc. Fue complejo, hasta el día de hoy seguimos peleando una licencia.
En ese momento mi pareja, Feña, teletrabajada, sus horarios eran muy flexibles y además tenía una baja carga laboral. Fue con ese contexto particular que tomamos la decisión, porque de otra forma hubiese sido inviable. La realidad es que la mamá tiene que traspasar sus semanas y volver al trabajo, esto después de 4 meses y medio con el bebé, imagínate lo que es el desapego para ese bebé o para ese papá que por salir a trabajar estuvo más ausente en el día a día. Creo que la ley está mal hecha, no cumple con lo que debería cumplir, que es una crianza compartida entre la madre y el padre, una equidad para estar presentes desde el comienzo.
Además está el tema de la renta. En Chile hay una brecha salarial importante entre hombres y mujeres, y ese es otro gran problema. Si el papá se pasa del tope imponible, y tu empresa no te cubre la licencia, económicamente a muchas familias tampoco les conviene tomar esta opción, porque su presupuesto familiar se ve muy afectado.
Afortunadamente pude hacerlo por nuestra contexto particular, y fue un periodo inolvidable. Yo trabajo hibrido, entonces igual pude estar en la casa desde que nació mi hija, pero cerrar el computador y dedicarme 100% a ser papá fue maravilloso. Verla descubrir el mundo, ser testigo de cómo cada semana hace algo distinto, involucrarme en todo, aprender los 3 como familia, y también darle espacio a la Feña para que tuviese tiempo para ella. Fue una etapa inolvidable que creo que hace una gran diferencia para nosotros como papás. Pero lo más valioso fue compartirla los 3, porque en la familia somos los 3".