Este 19 de Octubre, Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, hemos querido traerles información relevante respecto a la compatibilidad entre hacerse una mamografía durante el embarazo y/o la lactancia materna.
¿Que es una mamografía?
La mamografía es una prueba de detección del cáncer de mama, que para muchas mujeres es el mejor método para detectar el cáncer en sus etapas iniciales, cuando es más fácil tratar y antes de que el tumor sea lo suficientemente grande, como para que se sienta al palpar o pueda causar síntomas. De hecho, la mamografía ha demostrado disminuir en un 25 a 30% la mortalidad por cáncer mamario, permitiendo evidenciar tumores dos años antes que la palpación*.
Mamografía y la lactancia materna
Las mamografías, como cualquier radiografía, no se contraindican en la lactancia, porque la radiación no se queda en el pecho y tampoco se traspasa al bebé a través de la leche. Incluso si la mamografía se solicita con método de contraste (ya sea yodado o no), esta se puede realizar sin problemas, pues tampoco afecta la lactancia materna ni la leche.
Mamografía y embarazo
La mayor parte de los diagnósticos de cáncer de mama que ocurren durante el embarazo, o poco después, se manifiestan por primera vez como un bulto indoloro en la mama.
La Sociedad Americana contra el Cáncer afirma que hacerse una mamografía durante el embarazo es algo inofensivo, debido a la poca radiación que se necesita para hacer dicho examen. En general las mamografías en el embarazo se realizan solamente a quienes manifiestan bultos en las mamas y no en mujeres sin síntomas durante el embarazo.
Si tienes dudas, inquietudes o has sentido un bulto, no esperes hasta el parto ni hasta que dejes de amamantar para que te revisen.