Mitos y verdades sobre la alimentación en la lactancia materna

Mitos y verdades sobre la alimentación en la lactancia materna

¿Qué alimentos debemos potenciar y cuáles están prohibidos cuando amamantamos? ¿Qué tan ciertos son esos consejos clásicos de las abuelas? Revisamos algunas de las creencias más populares sobre alimentación y lactancia y acá te contamos qué tienen de mito y qué tienen de verdad.  

Alimentación durante la lactancia materna

El consumo de cerveza NO aumenta la producción de leche 

Quizás escuchaste este consejo de alguien mayor, porque antiguamente se creía que la cerveza o la malta con huevo aumentaban la producción de leche. La realidad es un NO rotundo.  

“Lo único que va a aumentar la producción de leche es el vaciamiento constante de la mama: a mayor succión, mayor producción. Todo lo demás son mitos de lactancia”, explica la enfermera de lactancia Daniela Sepúlveda en el podcast Mitos de la lactancia de Clínica Alemana.

La cafeína SÍ está permitida con moderación 

“La leche materna por lo general contiene menos de 1% de la cafeína que consume la madre”, según la American Academy of Pediatrics. Pero eso no quiere decir que puedas tomar café ilimitado, “lo mejor es mantenerte entre 2 a 3 tazas (16 a 24 onzas [473 a 710 mililitros]) de bebidas con cafeína al día” (artículo Nutrición durante la lactancia: consejos para mamás, Mayo Clinic).  

Igualmente, es MUY importante estar atenta a las señales de tu bebé. Por ejemplo, si lo notas muy hiperactivo o irritable cuando tomas café, considera disminuir la cantidad.  

Tomar más agua NO aumenta la producción de leche 

Amamantar da MUCHA sed, así que es muy importante que te mantengas bien hidratada. Sin embargo, la idea de que mientras más agua tomes, más leche tendrás, no tiene ningún sustento científico.  

“Toma entre 1,5 a 2 l. de líquidos sin azúcar por día, preferentemente agua, para mantener una adecuada hidratación. La leche materna está compuesta en un 90% por agua y hay que recuperar lo perdido después de amamantar”, artículo Alimentación durante la lactancia, Clínica Alemana.  

Amamantar SÍ da más hambre 

Si amamantaste o estás en eso sabes que la respuesta a esta creencia en un SÍ rotundo. La lactancia exige un importante gasto calórico, así que es normal que sientas más hambre. “Es fundamental que durante la lactancia lleves una dieta equilibrada para cubrir tus necesidades nutricionales dado que estas se ven aumentadas por el gasto que significa la producción de leche”, explica el artículo Alimentación durante la lactancia, Clínica Alemana. 

“Para lograr la producción láctea, existe un aumento en los requerimientos de energía de la mujer, siendo 505 Kcal/día para aquellas mujeres que terminaron el embarazo normopeso y 675 kcal/día para aquellas que no tuvieron un adecuado incremento de peso durante la gestación” (1).  

1) Fuente: Profesionales de la salud promueven la lactancia maternal como precursor de un planeta sustentable, Nutrición y Dietética, Pontificia Universidad Católica de Chile.  

El alcohol NO está 100% prohibido mientras amamantas 

Si bien no está recomendado, tampoco es cierto que esté absolutamente prohibido. Eso sí, si vas a consumir alcohol es muy importante que te asegures de que tu cuerpo lo haya eliminado antes de amamantar, porque si bien el alcohol pasa muy rápido a la leche, no se acumula en la glándula mamaria. Y recuerda: no hay ningún nivel de alcohol en la leche materna que se considere seguro para un bebé.  

Si vas a tomar una bebida alcohólica, lo mejor es hacerlo justo después de amamantar o de extraerse leche, y no antes. Espera al menos 2 horas por bebida* antes de tu próxima sesión de lactancia o extracción de leche. De esta forma, tu cuerpo tendrá el mayor tiempo posible para eliminar el alcohol antes de la próxima toma” (2).  

*1 bebida alcohólica = 12 oz de cerveza o 1 oz de licor fuerte o 4 oz de vino. 

2) Fuente: El alcohol y la leche materna, American Academy of Pediatrics

Siempre mantente atenta a las señales de tu bebé 

Amamantar no exige llevar una dieta especial ni restrictiva, pero sí es importante estar atenta a la reacción de tu bebé frente a determinamos alimentos o bebidas. Si sospechas que algo en tu dieta está incomodando a tu bebé, por ejemplo el ajo, cebolla o repollo, suspéndelo una semana para ver si cambia el comportamiento.  

“Si el bebé se torna molesto o presenta sarpullido, diarrea o sibilancia poco después de amamantarlo, consulta con el proveedor de atención médica del bebé”, Nutrición durante la lactancia: consejos para mamas, Mayo Clinic.  

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