Ivanna López y la infertilidad: "Sentí culpa, que era menos mujer y hasta vergüenza. Pero cuando empecé a contarlo se abrió una caja de pandora".

Ivanna López y la infertilidad: "Sentí culpa, que era menos mujer y hasta vergüenza. Pero cuando empecé a contarlo se abrió una caja de pandora".

¿Cómo se llega a un diagnóstico de infertilidad a una edad precoz? ¿Cómo se transita este camino en Chile? En este testimonio la periodista Ivanna López (37) nos cuenta parte de su historia, de su proceso in vitro y cómo su propia infertilidad ahora la moviliza para darle visibilidad a una realidad que viven 1 de cada 6 personas en el mundo. 

"Por años tuve miedo de quedar embarazada. Sabía que quería ser mamá, pero no antes de estudiar, trabajar, tener algo de estabilidad económica y viajar por el mundo. Todo eso que la sociedad aplaude en las mujeres de mi generación. Jamás se me pasó por la cabeza que sería tan difícil.

Después de un año de estar “en campaña”, comencé a sentirme con la sensación de haber sido estafada. Apenas nos pusimos en misión guagua fui al ginecólogo. Me dijo “relájate”,“todas se demoran un año” . ¡Ah! y: “lo más importante es bajar de peso”. Después de un año, yo sabía que algo no andaba bien. Se lo comenté a una amiga que a esa altura ya era una experta en fertilidad, estuvo años en tratamientos de reproducción asistida. “¿Te mandaron a hacer la AMH?”, me dijo. Yo sentía que eso era chino, pero me empoderé y volví al ginecólogo a exigirle que me diera una orden para ese examen de AMH y un espermiograma para mi pololo. “¿Para qué quieres hacer ese examen?” me increpó y firmó la orden como quien le da en el gusto a una niña caprichosa. Ese examen que no tiene cobertura en nuestro sistema de salud es esencial para conocer la reserva ovárica y fue categórico. No podía parar de llorar. A mis 34 años, mis índices eran los de una mujer de 45.

De ese diagnóstico de infertilidad por baja reserva ovárica  ya han pasado casi 4 años. Siento que pasé por otra carrera universitaria en este camino. Aprendí que nos educan completamente desconectadas de nuestro cuerpo. El discurso del terror ante el embarazo estaba cargado de mitos. Sentí una culpa monstruosa, que era menos mujer y hasta vergüenza. Pero cuando empecé a contarlo se abrió una caja de pandora. Por todas partes había mujeres que lo estaban viviendo, pero que eran invisibles, igual que yo ahora. Y mi contención fueron ellas, todas esas mujeres con un dolor que tampoco se ve. Descubrí grupos de apoyo y a la Fundación Fënn que visibiliza la infertilidad en Chile. Decidí que como comunicadora podía aportar. Y es que la sociedad no sólo no ve a quienes batallan por ser madres, también vive regalándoles comentarios que desarman.

Pero lo que más me movilizó fue esa profunda indignación ante una cultura que te obliga a mantener estos temas en la intimidad, cuando la maternidad es una cuestión social. Por eso decidí que no iba a sufrir en silencio. Abrí mis redes de instagram (@ivalopezperiodista), tiktok (@ivannalopezperiodista) a mi infertilidad y el proceso de in vitro. La respuesta me ha hecho llorar de emoción. Mujeres de todo el país y hasta el extranjero compartiendo sus historias de dolor y silencio, acompañándonos.

Una de cada 6 personas en el mundo sufre infertilidad y la baja natalidad pone en riesgo a la humanidad. La maternidad y los problemas para llegar a ella son - más que nunca- temas sociales y resolverlo empieza por darle visibilidad. Y si mi experiencia sirve de hoja de ruta para otra mujer todo este viaje habrá tenido sentido para mí . De hecho, ya lo tiene: mientras escribo estas líneas mi guata de casi 4 meses de embarazo se empieza a asomar".

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