Ver la maternidad como un camino donde solo hay blanco/negro o bueno/malo, causa mucho estrés y ansiedad en la crianza. Porque si hay algo que todas las mamás tenemos en común, ¡es que todas nos vamos a equivocar! Y eso no nos hace malas madres.
Por eso, en este post te queremos invitar a que ocupes una palabra mágica, que te ayudará a ver desde una nueva perspectiva aquellos momentos en que sientas que hiciste algo mal.
¿Cuál es la palabra mágica?
"Y"
¡Sí, así de simple!! La palabra “Y” es una poderosa expresión que te ayudará a cambiar de mentalidad y romper con ese absolutismo que a veces nos invade cuando hacemos algo mal o algo más desafiante.
Recuerda: una acción no te define ni implica que dejes de ser otra cosa, así que revisa estos ejemplos para que comiences a adoptar una visión más amorosa y conciliadora en el desafiante camino de la maternidad.
Cambia esto:
Le grité a mis hijos, soy una mala madre...
Por esto:
Le grité a mis hijos Y soy una buena madre.
Otro ejemplos:
- Me encanta ser mamá Y extraño mi vida de antes de ser mamá.
- Me gusta ser mamá Y me hace muy bien quejarme de la maternidad con mis amigas.
- Amo a mi mamá Y hoy no quiero escuchar sus consejos de crianza.
- Disfruto el tiempo con mis hijos Y necesito tiempo solo para mi.