Baño del bebé

El baño del bebé en vacaciones

La hora del baño del bebé es uno de los momentos clave en su rutina, sobre todo si la hacemos justo antes de dormir, porque ayuda a bajar los estímulos, los relaja, regula su temperatura corporal y les ‘avisa’ que se acerca el final del día.

Pero cuando vamos de vacaciones y tenemos que modificar la rutina y el espacio al que están acostumbrados, la hora del baño puede ser un poco más desafiante. La clave para mantener todo bajo control está en encontrar el equilibrio entre flexibilizar la rutina y mantener algunas constantes.  

¿Cómo hacer el baño del bebé perfecto en vacaciones?

Elige el lugar adecuado

Según tu destino de vacaciones y la cantidad de equipaje que tengas disponible, puedes considerar llevar tu propia tina, si es que es una bañera portátil. Eso te facilitará bastante las cosas, sobre todo si tu bebé aún no se sienta por su cuenta. 

Utiliza una bañera segura y firme. Las bañera de bebé pueden ser 'estilo balde' para sentarse erguido, inclinadas para brindar apoyo, inflables, plegables y 'estilo spa'. Asegúrate de que todas las partes funcionan correctamente y están bien sujetas. (American Academy of Pediatrics, 2015).  

Si prefieres viajar ligero, entonces en el lugar donde se alojarán define dónde es más cómodo bañar a tu bebé. Si el baño tiene tina, basta con que la llenes un poco y te metas con el o ella (si es que aún no se sienta por su cuenta) o que lo bañes solo o sola, siempre contigo al lado para darle soporte.

Si el baño solo tiene ducha, entonces una opción es sentarte en la ducha con tu bebé y utilizar el teléfono, o si tu bebé ya se sienta por su cuenta, puedes poner una alfombrita antideslizante o toalla, y ayudarlo sin necesidad de meterte al agua.

Otra alternativa es optar por el lavamanos si es que el tamaño de tu bebé aún lo permite, pero preocúpate de que no sea en un lugar donde haya mucha corriente de aire, porque un bebé mojado se enfría con mucha facilidad. De hecho la temperatura de la habitación debería ser entre 20° y 25° C. 

Pon mucha atención a cualquier desnivel o borde que presente un riesgo, y asegúrate de que la bañera esté limpia. El moho dentro de una bañera puede causar problemas respiratorios y erupciones cutáneas (American Academy of Pediatrics, 2015). 

*American Academy of Pediatrics, Parent Plus: How to keep your baby safe during bath time, Madeline Sturgeon, Editorial Intern, 2015. 

Qué accesorios llevar y qué no 

La hora del baño es uno de los momentos favoritos para muchos bebés, así que asegúrate de tener a mano algunos de los elementos imprescindibles que lo hacen más agradable, pero que no ocupen mucho volumen en tu equipaje.

Por ejemplo su visera para el baño, el termómetro (sobre todo para los más pequeños si es que aún te cuesta definir al tacto la temperatura ideal del agua), y un par de sus juguetes de agua preferidos, pero el jarro enjuagador, regadera u otros elementos están de más.

Recuerda que la temperatura ideal del agua para bañar a tu bebé oscila los 35° y 37° C, debe sentirse tibia y siempre hay chequearla con la mano o codo. 

Mantén los mismos productos de higiene

La piel de nuestros bebés es muy delicada, así que es importante que siempre utilices productos de higiene adecuados para tipo de piel. Para no aventurarte con una marca nueva en vacaciones y correr el riesgo de alguna reacción inesperada, mejor lleva los productos que utilizas en casa.

Si no quieres sumar demasiado peso, trasvasa una cantidad menor en un envase reutilizable más pequeño.

Recuerda: si viajas en avión, en la cabina la cantidad permitida de líquidos, cremas, geles y champú no puede ser superior a 100 ml.

Lleva su toalla, mucho mejor si es de muselina

Igualmente, te conviene viajar con su propia toalla, ya que no sabes cómo serán las del alojamiento donde te hospedes, ni qué tipo de detergente utilizan para lavarlas.

¿Nuestro textil favorito? ¡la muselina! Su suavidad es insuperable, perfecta para envolver a tu bebé luego del baño y mantener su piel suave. Además ocupa menos espacio que una toalla tradicional, así que es ideal para viajar. 

¿Ya conoces nuestras toallas de baño y capas de baño de muselina?

Flexibiliza las rutinas

Está bien si durante las vacaciones tu bebé no sigue tal cual la rutina que mantiene en casa. Un viaje es una oportunidad para disfrutar y desconectar, así que no te estreses tratando de replicar al pie de la letra los horarios y métodos. Flexibiliza esas rutinas, pero siempre respetando las necesidades de tu bebé.

El sueño de nuestros bebés es uno de los aspectos que se ve más afectado durante las vacaciones, porque inevitablemente el cambio de entorno los saca de su zona segura. En ese sentido el baño puede ser un GRAN aliado para ayudarle a conseguir un descanso de calidad, e incluso para ayudarle a ajustarse a un nuevo horario si es que el destino supone un cambio de hora.

Ahora a hacer las maletas, ¡y buen viaje!

 

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