Un coche compacto es un coche de paseo más liviano y pequeño que un coche tradicional, pero que mantiene muchas funciones completas como reclinación total, buena capota, canasto amplio y ruedas cómodas para la ciudad.

Suele pesar entre 7 y 9 kg y se pliega de forma práctica, ocupando menos espacio en el maletero. Es ideal para el uso diario en entornos urbanos, con buena maniobrabilidad.

Un coche ultracompacto es un modelo extra liviano y con un plegado muy reducido, que cabe incluso en el compartimento superior de un avión (modo cabina).

Suele pesar entre 5 y 6 kg, y su diseño está pensado para viajar liviano o moverse fácilmente en transporte público.